En las correcciones de las pruebas de Selectividad siempre habrá un inevitable margen de subjetividad del corrector o correctora en la materia de Filosofía. Lo que resulta inaceptable es que el futuro de los aspirantes que necesitan nota esté sujeto a la absoluta arbitrariedad de algunos evaluadores. No es justificable que un grupo de estudiantes que han acabado el bachillerato con buenas o excelentes notas y que han superado los exámenes de Selectividad en el resto de materias en niveles no menos satisfactorios, se encuentren con que en la prueba de Filosofía, de la que salieron más que satisfechos, la puntuación se mueva entre treses y algún seis. Y no es justificable cuando las promociones de los años anteriores de exactamente el mismo colegio, profesor, material de trabajo y nivel de exigencia se movieron en notables en Selectividad.
Que las puntuaciones de un corrector de Filosofía estén, de media, tres o más puntos por debajo (o por encima) de la media del resto de correctores es injustificable y desnaturaliza la equidad del proceso, y la Administración competente debería tomar las acciones necesarias para evitar estas situaciones en el futuro. El límite de la subjetividad son unos elementos comunes que deben aceptarse para dar al estudiante unas pautas mínimas de seguridad. Visto no obstante lo que ocurre con los resultados de la doble corrección, como denuncia la Sra. Esther Viñas en su carta del pasado sábado 25, donde sistemáticamente las notas no varían o disminuyen, poca esperanza cabe albergar. En fin, mucha suerte en el futuro a mi hija y sus colegas de promoción, la buscáis y la tendréis.
Fuente: www.lavanguardia.es